El embajador, el desierto y el Vergara

Este blog tiene unas reglas muy estrictas. Una de ellas es no ventanear a nadie. Y no lo haré... casi. Entre mis diversas ocupaciones en Casa Asia no sólo están las de cuidar y poner a punto las salas de exhibición, sino que últimamente he corregido los textos para los catálogos. Actualmente hay una que involucra dos desiertos, el de Atacama en CHile y el Gobi en China. Así que poco a poco me fueron llegando entrevistas, textos de introducción, ensayos sobre el papel del desierto en el arte y todos han sido interesantes. Pero el que sí se pasó fue el embajador de Chile en China con un error casi casi infantil de ortografía, chin, jajaj en fin, que me he divertido mucho corrigiendo y viendo que el estilo del periodismo lo mantengo, en unos textos sí saqué el hacha. Ahora estoy sufriendo con la parte en inglés (casi 100 hojas), porque igual lo puedo leer, aunque no soy un experto en gramática, menos mal que tiene pocos errores y se trata de las pruebas finales.


En otras cosas me encabronó que Vergara cerrara la Planta. Algunos corresponsales de guerra tapatíos me decían que funcionaba bien, se organizaron conferencias, cursos, talleres y llevaron buenas exposiciones. El argumento fue que iba poca gente. Si Vergara quiere cerrar ese espacio con el objetivo de ahorrarse unos pesos para comprarle un delantero a las Chivas, pues me parece perfecto, pero ni siquiera eso.